Apareciste el día menos pensado, cuando la guardia estaba baja y mi consciente seguía pensando que las grandezas raras veces pasan. Pero como siempre el sino de mi vida volvía una vez más a recordarme que, las cosas sencillas no van conmigo, que cuanto más complejas, más me atraen, y que mi corazón podía volver a latir con la misma intensidad que en tiempos pretéritos, con otros ritmos, pero la misma virulencia.
Nunca he sido de dejar pasar los trenes que me llevan hacia lo desconocido, he sacado mi billete, las maletas están vacías… lo que pienso ya viene.