jueves, 28 de octubre de 2010

Dejarse llevar...

Aún se pregunta cómo todo ocurrió, perdura en su recuerdo aquel día en el que gracias a un whisky on the rock vivió una de esas realidades imposibles de olvidar.

La primera mirada, una declaración de intenciones, el primer contacto confirmaba sus propósitos. No daba crédito a lo que le estaba ocurriendo, precisamente aquel día y en aquel lugar, pero todo se predispuso para que ocurriera… algo remotamente imposible.

Se le sigue encogiendo el corazón cuando piensa en aquel chico, en aquella habitación, en la suavidad de su piel, en cada una de las palabras que se dijeron, en la intensidad de sus abrazos traducidos en gritos de libertad… solo permaneció la paz reflejada en sus ojos.

Todo terminó frente al mar, se deshicieron entre la gente... esperando volverse a encontrar...

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