martes, 8 de junio de 2010

El viaje Inesperado

Los mejores momentos surgen cuando menos te los esperas... y como ya dije una vez,
Me llevo las maleticas vacías, para llenarlas de momentos vividos con intensidad, como si fueran únicos e irrepetibles.
Y ha así ha sido una vez más. A las 05:21 am del sábado poníamos rumbo para tierras leonesas, nos esperaban cinco horas de viaje, por las estepas de la Mancha, el sol nos recibía en todo su esplendor y los molinos nos hacían su eterna reverencia




Antes de los esperado llegamos a Valladolid la tierra de la gran Concha Velasco, sin pensarlo dos veces nos echamos a la calle a descubrir los encantos que esta ciudad tenia reservados para mi...



Leones de la fachada de la Universidad de Valladolid, según la tradición si los cuentas no terminas la carrera...


Bajo un sol de justicia seguimos paseando por las calles de Miguel Delibes, ante mis ojos se presentaba la Catedral, la eterna inacabada, un conjunto de cuatro colegiatas que no llegaron a termino... por los caprichos del destino.




Es de todos sabido mi admiración por las iglesias, y en ese sentido Valladolid me daba en el gusto a cada paso, una fachada más fascinante que la anterior, el olor a Románico y Gótico es un latido constante en esta ciudad, pero San Benito conquistó mi corazón...



Después de pasear plácidamente, y reunirnos con Alvaro y Clari, llegó otro de los grandes momentos de todo viaje, la comida, mis anfitriones no me decepcionan al llevarme a la mejillonera a comernos unos bocadillos de calamares y por supuesto unos mejillones al vapor exquisito. Era hora de reponer fuerzas para aprovechar la tarde paseando por el cauce del Esgueva en su afluencia con el Pisuerga....



Por las laderas del rió llegamos hasta San Pablo, Iglesia monumental, que no tiene precio y de cabeza al Museo de San Gregorio, ha disfrutar de los conjuntos escultoricos, de retablos de todas la iglesias de la ciudad, junto con una sala especial dedicada a los pasos de la Semana Santa pucelana.



LLegó la hora de conocer la ciudad sumida en la noche, y seguir disfrutando de la gastronomía, en la tasca de la Antigua, disfrutamos de unas tostas y una cazulea de papas con huevo y jamón ¡¡¡que rico!!! Después al cachito y jugar a pueblo duerme, lo que puede llegar a unir un poco de vino y unas cartas...por fin a dormir...

A la mañana siguiente, aprovechamos para conocer las zonas del extrarradio de Valladolid, después de un intento fallido en el Museo de las ciencias, optamos por disfrutar en uno de los apeaderos del Pisuerga y de la calma que el rió nos ofrecía.

Después de cojer, la comida en el Burguer King vivimos el momento capillosis que todo viaje que se precie ha de tener, una procesión de Corpus Christi como Dios manda por la Plaza Mayor, ya no podía pedir más, un viaje completo.... bueno... no, no, sin vosotras, estuvisteis de mente y corazón porque os lleve y os llevaré allí donde vaya, mis ojos, serán los vuestros, os eche muchos de menos chicas...


Gracias Alvaro y Clari por su hospitalidad, a Oscar por su paciencia frente a seis horas de viaje de vuelta... estos dos días pasan a la cajita de los buenos recuerdos junto a mis amigos....

3 comentarios:

  1. unas fotos preciosas pe, y un resumen que ya me habría a mi gustado vivirlo en persona, tanta capillosidad! Ainssssssssss....Peee, que en brevas nos vemosssssssssssss!!!

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  2. Que bonito. Guarda esos recuerdos en una caja que pronto sumarás más, pero los próximos los tenemos que vivir todos juntos. Yo tambien me acordé mucho de vosotros...sin duda.

    Tengo ganas de ponerle fecha a esa escapada...

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  3. Lo bueno de que hayas ido antes es que serás el mejor guía turístico que podemos desear!
    Me hubiese encantado estar ahí, vivir esa procesión!! pero me alegro que lo pasaras bien y que lo hayas disfrutado tanto. Lo tenías merecido! :)

    Es tu momento y esto no ha hecho nada más que comenzar!

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